Mi nombre es Rafael y yo si le voy, le voy al Toluca.
El primer horno de microondas llegó a Cuba. La gente lo recibió como si fuese algo que solo puede existir oníricamente o en ciencia ficción (que apuesto que no la conocen). A mi me gustan los hornos de microondas, en primera, porque me gusta como suena la palabra, y porque hacen que las moleculas de agua se muevan y aumenten la temperatura de la comida. Hace la vida más sencilla y mas llena de colesterol y triglíceridos. El horno de microondas esla piedra angular del sindrome de muerte sedentaria (no, no es la tele, la tele no te llena las venas de grasa) porque hace la vida más sencilla, demasiado sencilla, nuestros antepasados usaban piedras para encender fuego y calentar su comida (ha, pendejos) y nosotros solo la metemos y dejamos que se le muevan las moleculas. Ellos si tenían problemas, y tu te preocupas por pendejadas como que no te gusta la sopa o que no le gustas a la niña de a lado. Mejor vete a Cuba y ponle 3 minutos a las palomitas y por ahí haz que regrese Fidel porque ese primer horno de microondas es la bomba atómica del capitalismo.
Nuff' said yo.