Get a life you useless wanker.
Últimamente fumo demasiado. Que estoy estresado me dijo la empresaria experta en Feng Shui, que debería irme a un spa.
Que me va a dar cáncer, dice la doctora experta en VIH, que me deje de robar sus cigarros me pidió incongruente.
Que me ponga cubrebocas me dijo la vecina paranoica, que me apesta bien gacho el hocico.
Que es una conspiración tabacalera me dijo el bloguero ocioso mientras actualizaba el twitter.
Que la espinaca me quita el olor de la boca me dijo el tío vegetariano que todo lo cura con raíces y mota.
Que deje de fumar o me deja de hablar me dijo la ex novia con la que no hablo en meses.
Que me compre mis propios cigarros me dijo mi hermano.
Que mejor me ponga a jugar me dijo un gamer chilango en el Xbox mientras me volaba la cabeza.
A mi me valió madre todo, yo encendí un cigarro y miré mi ciudad hundirse en la paranoia escuchando a Sabina y a Páez.
Los tiempos modernos no me dijeron nada, sólo me acercaron un encendedor y me dieron la única luz que necesito en estos tiempos: La de mis Marlboro rojos.
Por cierto, ya me dan hueva, que si 100 pelados se murieron por la influenza ya pasó, salgan, disfruten las calles vacías y el silencio pre-apocalíptico de las plazas! Contágiense! Estornuden cerca de una señora con cubre bocas y miren como huye asustada (en serio lo recomiendo), corran desnudos y besen a todos los pacientes del IMSS en serio háganlo, pero POR FAVOR. YA CÁLLENSE CON LO DE LA INFLUENZA. O mueran de a perdis.