Tan Joven Y Tan Viejo...(update)

Lo primero que quise fue marcharme bien lejos
en el álbum de cromo de la resignación.
Pegábamos los niños que odiaban los espejos,
o antes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
A penas vi que un ojo me guiñaba la vida,
le pedí que a su antojo dispusiera de mí.
Ella me dio las llaves de la ciudad prohibida.
Yo todo lo que tengo, que es nada se lo dí.
Y así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió.
Para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al pocker.
Defraudé a mis amigos.
Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo,
más de un beso me dieron y más de un bofetón.
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna.
Lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de las faldas de algunas
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que de momento, nada de adiós muchachos.
Me duermo en los entierros de mi generación.
Cada noche me invento.
Todavía me emborracho.
Tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone.

22 de Marzo.

Nunca son buenos días estos 22, siempre son opacados por la celebridad de la primavera o el natalicio de algún presidente. Así ha sido la mayoría de mi vida, siempre azorado por la sombra de los demás, mis padres, maestros y hasta algunos amigos. Sólo que en estos días (22) me doy cuenta que he vivido como nací, siempre a la sombra, siempre con las expectativas de los demás (que jamás lleno). Ya no espero un buen cumpleaños, mucha gente me dice que soy un mamón, porque sólo me gusta ser felicitado en persona, a mi cumpleaños lo postergó la primavera, a mi me postergó la gente. No espero un buen regalo, sólo espero que llegue lo más rápido posible y que termine de la misma forma, y ya es una tradición llorar la noche de mi cumpleaños así que estaré ocupado mañana. Sólo quiero descansar.

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Jamás me gustaron las felicitaciones, es un montón de gente alrededor tuyo, tratando de ser felices por que ahora eres más viejo, se me hace muy triste, mis cumpleaños son muy tristes, te felicitan simplemente por haber nacido y por envejecer, lo único por lo que no deberíamos ser felicitados. Pero eso sí, nos regalan cosas. Pero ahora estoy demasiado triste como para que cualquier iPhone o PS3 me anime, sólo pienso en una celebración fatal que ni siquiera fue mía y sus aún peores consecuencias, sólo pienso lo que alguna vez me dijo una vez una amiga que me dolió mucho perder y a la que quise mucho: Naces solo, mueres solo Rafael. No hay más verdad que esa, y hoy que por fin tengo 17 y es mi último año de impunidad adolescente, estoy más solo que en la tumba donde he de morir y me siento peor que en el lecho de mi muerte, pero sólo es la costumbre de los cumpleaños (los cuales odio con toda mi alma), y sé que mañana pasará y estaré siempre con mi conocida celeridad y resilencia (No).

No me tomen a mal, si me felicitan no me enojo. Sólo me pongo triste, aún más de lo común, sin embargo gracias por preocuparse por mi. A todos, trataré de pasármelo lo mejor posible y de no amargarle más el día a más personas. Desde el fondo de mi corazón podrido y muerto un sincero Los odio a todos y ojalá que un tren les pase encima.